Los Últimos Pasos

Hace diez años elegí un camino diferente al que el común de los mortales toma para su vida, no es solo mío, lo compartí con mucha gente y aún lo sigo compartiendo. Nadie imaginaría cuanto te puede dar, pero todos se dan cuenta quienes pertenecen a ese camino, lo distinguen en cualquier parte, su acción y motivación es diferente, por que quienes verdaderamente son del camino, viven en él y lo comparten al mundo.

Pero el camino no es eterno, algunos toman desviaciones antes de la meta, otros intentan seguir hasta el final y no lo logran, el camino no es para ellos; tiene piedras y cuestas, al mismo te da descansos y alegrías, puede tornarse frío y oscuro pero no siempre es así, en su mayoría solo depende de uno, de la voluntad, de la organización, del deseo y el esfuerzo.

Y mi camino se termina, solo un par de semanas me separan de mi meta; después no se lo que sucederá, por ahora solo me queda preparar mis últimos pasos a la alegría de recordar lo vivido, a las ansias de esperar algo nuevo, a la angustia de dejar lo que por años a llenado mi vida de bellas experiencias, mis ojos de paisajes desconocidos, mi espíritu de hermanos del alma.

No he de negar que mi corazón se contradice, sabe que ya es su momento, pero tiene miedo, no quiere perder el pasado y quiere sembrar el futuro de los frutos que en el camino recogió.

A todos quienes somos y crecimos en el camino nos pasa, somos quienes nos reencontraremos en un nuevo camino forjado por nosotros, con los ideales que nos inculcaron para ser cada día hombre y mujeres de bien; siempre diferentes a los demás.